Perfiles (I): Mamoru Oshii

Una nueva entrada y, de igual forma, una nueva sección (muy posiblemente la que cerrará el círculo de secciones con las que nos estaremos conduciendo conforme pase el tiempo). Hasta el momento ya tenemos una sección para hablar de anime en general, una para hablar de todo lo relacionado con la historia del manga, y otra para dar rienda suelta a opiniones personales respecto a temas de interés; pero dentro de lo básico que compone el mundo del manga y el anime nos estaba faltando una sección imprescindible: un espacio para conocer a los mangaka y/o directores que hacen posibles las obras con que nos deleitamos día a día en esta afición.

Lo más correcto —y en eso estarán de acuerdo todos ustedes— para el primer post en una sección donde se hablar de mangakas y directores, sería empezar hablando sobre la figura determinante en la historia tanto del manga como del anime, Osamu Tezuka, el denominado «Mangaka no Kami-sama»; sin embargo como este blog se mueve por los caprichos de su creador, hemos de empezar hablando de Mamoru Oshii (mi director favorito).

Dentro del panorama general de la animación japonesa, pocas son las personas que han dejado una huella lo suficientemente profunda gracias a sus trabajos poco convencionales y ciertamente revolucionarios. Tal es el caso de Mamoru Oshii, un director cuya influencia se puede sentir no sólo en el ámbito de la ciencia ficción dura,  sino que también la podemos percibir en las historias que apuestan por estilos narrativos lentos, casi letárgicos, que invitan a la reflexión y a la formulación de cuestionamientos serios sobre lo que se intenta comunicar; además ese legado también lo vez en la incursión de citas y temas relacionados con la filosofía que alimentan un trasfondo profundo.

Nacido el 8 de agosto en Tokyo, Japón, y habiendo pasado su niñez en Omori, Mamoru Oshii mostró siempre un interés muy particular por el llamado «Séptimo Arte». Desde muy temprana edad su incursión en el cine fue vivaz y casi obsesiva, llegando al punto de ver una película por día, esto también en gran medida gracias a que su padre —en ese momento desempleado— prefería llevarlo al cine en vez de dejarlo holgazanear por la casa. Pronto cayó fascinado por el film post-apocalíptico, La Jetée, dirigido por Chris Marker, así mismo sucumbió ante el cine Europeo y la atmósfera y arquitectura que en el se plasmaba; Federico Fellini, Ingmar Bergman, Michelangelo Antonioni y Jean-Pierre Melville fueron algunos de los nombres que influenciaron su carrera cinematográfica. Y como dato anecdótico, dicen las malas lenguas que cuando Oshii aumento su dosis de una a tres películas diarias, una de esas estaba relacionada con la pornografía.

«The Red Spectacles» fue la primera de tres películas basadas en el universo Kerberos

Su llegada al territorio profesional se dio en 1976, cuando después de graduarse de la Universidad Tokyo Gakugei ingresó en las filas de la casa productora Tatsunoko; aunque su estancia no duró mucho tiempo y tras sólo realizar trabajos de storyboards para un par de series se mudó al hasta entonces desconocido Studio Pierrot. Y sería durante su segunda ocasión como director dentro de Pierrot que daría la primera campanada de una brillante carrera cuando obtuvo un rotundo éxito al adaptar el manga, Urusei Yatsura, creado por la famosa mangaka Rumiko Takahashi. Gracias al éxito obtenido se realizaron 2 películas para expandir la franquicia: Urusei Yatsura: Only You (1983) y Urusei Yatsura 2: Beautiful Dreamer. Durante el mismo año que se lanzó Urusei Yatsura: Only You, Oshii participó como director en la primer OVA de la historia: Dallos  (si desean conocer como se dio el nacimiento de las OVA’s, los invito a visitar un excelente artículo titulado»El porqué de las OVA’s» creado por los buenos colegas de Ounomachi).

Dos años después de trabajar en Dallos, su carrera como director empezaría a crecer de manera vertiginosa hasta consumarlo como uno de los más grandes de todos los tiempos. Tras salir de Pierrot y enrolarse en el Studio Deen, y de la mano del ilustrador Yoshitaka Amano creó la primer película que portaba su muy personal estilo: Angel’s Egg, una obra con vastas referencias bíblicas, así como simbolismos y metáforas visuales acompañadas por una narrativa letárgica y muy contemplativa, lo que en cierto modo la hace una obra poco asequible. Siguiendo esta fulgurante carrera Oshii comenzó en 1987 la denominada obra de su vida, Kerberos, una drama militar que nos traslada a un universo alterno de un Japón totalitario. La obra inició como un Radio Drama, para ese mismo año llegar a los cines nipones; el nombre Kerberos Saga es como comúnmente se le conoce, ya que este universo alterno del Japón ha sido adaptado a su vez al manga y al anime.

Tal era el ritmo de trabajo que a la par que realizaba Kerberos, también se involucró con la serie animada Mobile Police Patlabor, la cual a la postre lo llevaría a sus primeros reconocimientos fuera de Japón. Con esta obra Oshii exploró el universo de los «Super Robots» y lo hizo de una manera más que prolífica, ya que no sólo realizó una serie de TV, sino también una serie de OVA’s y 3 películas, de estas últimas la segunda entrega le valió para ganar el premio de Mejor Largometraje Animado durante el festival de cine de Mainichi en 1993.

Ghost in the Shell es considerada por la crítica como una de las mejores películas anime de la historia

En 1995 llega la obra insignia de la carrera de Mamoru Oshii: Ghost in the Shell, y una de las obras de culto que tiene la animación Japonesa. GitS, como comúnmente se le conoce, no nació de la mente de Oshii, sino que es una adaptación —muy personal hay que decirlo— del manga creado por el complejo y enigmático Shirow Masamune, considerado uno de los máximos exponentes de la ciencia ficción nipona. La obra pese a tener ciertas diferencias con la obra original conserva íntegramente el denso argumento rodeado de referencias filosóficas sobre la dualidad de la mente y el cuerpo que propone el manga original; y por su estética y los temas que toca la obra ha sido muy comparada con Blade Runner, además de que esta comprobado que sirvió como referencia para la creación de Matrix. Sin embargo pese al magistral despliegue de maestría en GitS, la secuela realizada en 2004 bajo el nombre Ghost in the Shell: Innocence es la que se llevó los máximos elogios de la crítica lo que la convirtió en la obra más galardonada del director. Entre los reconocimientos podemos mencionar el premio a Mejor Largometraje Animado en los premios Kobe, su nominación a la Palma de Oro en el festival de Cannes, así como un premio especial en el festival de Sitges.

Cabe resaltar que la mayoría de sus trabajos en la primera década del siglo XIX han sido abocados a su otra faceta, la de cintas de acción real, entre las que destacan las películas Avalon y Assault Girl ambas del género de la ciencia ficción y en donde se entremezcla la realidad con la ficción. Por otra lado la última cinta animada que ha presentado el director es Sky Crawlers lanzada en 2008 y la cual cuenta con el tradicional estilo narrativo que ya es marca registrada para desarrollar un argumento en donde las guerras se han vuelto un mero espectáculo en dominio de organizaciones desconocidas. Por último mencionar que Oshii trabajó en un manga llamado Seraphim: 266,613,336 Wings en conjunto con el fallecido Satoshi Kon, aunque lamentablemente el manga nunca pudo terminarse ya que como sabemos, Kon fue alcanzado por la muerte en agosto de 2010. Aunque hace tiempo se informó que Oshii realizaría una novela para retomar el proyecto y que tentativamente estaría a la venta para la primavera del año en curso.